26 nov 2009

¿Cuál es?



La publicación de Martín García ¿Y qué?, la entrada que escribí a propósito de la charla sobre medios, con tono de crítica a la concepción neoliberal imperante: esa que constituye el sentido común de ciertos sectores preocupados por el costo de los derechos de televisación; trajo aparejado cierto clima de debate en en el estudio de LT17, como se ve en el videito y en la serie de comentarios que se incorporaron a la nota.


Al respecto diré que la batalla cultural esta planteada y hay que darla en todos los ámbitos para volver a hacer obvio lo que alguna vez lo fue.


Digo: si costó tanta fuego y sangre desmontar en la Argentina las bases de un Estado que, desde la década del 40 instituyó y extendió nuevos derechos, contruyendo ciudadanía con criterios de equidad, fue en gran medida porque la conciencia del Derecho a tener Derechos se había arraigado poderosamente en los sectores populares. Tanto que ni las 2 décadas de proscripciones y resistencias, ni la imposición de políticas liberales habían logrado desmontar un conjunto de instituciones que conformaron el sistema de protección social.


En este sentido vale recordar que en 1949 se estableció la gratuidad de la educación universitaria, en estos días se celebra un nuevo aniversario.
Esta medida enmarcada en el contexto de inclusión de millones de familias al mundo laboral y a la ciudadanía política formó parte de la batería de acciones (costos diría el gorilaje indignado) que dieron lugar a trayectorias sociales ascedentes. A la aspiración de que la siguiente generación viviera mejor que la anterior.


De a miles hijos de obreros que no habían alcanzado la escolaridad primaria tuvieron la oportunidad y la posibilidad concreta de cursar estudios universitarios. Un derecho más hasta entonces reservado para los que tenían el codificado.


Insisto esa conciencia ganada en los años de construcción del Estado de Bienestar y en el período de la resistencia fue derrotada a sangre y fuego en los 70 y aniquilada en los 90 cuando se consolidó el ideario Neoliberal (aquí y en el mundo) con las consecuencias que se fueron gestando en esos años y estallaron entre nosotros en el 2001 y que continúan hoy como los desafíos a superar (pobreza, desempleo, inequidad regional, desigualdad social....) o las que viven el resto de los países y que se hicieron palpables con la exploción de la burbuja financiera este año.


Pero volver a montar un estado de derechos (en plural), implica desmontar la ideología que justificó su desguace. La creencia en que la mano invisible del Dios mercado proveería a cada quien lo que necesita por simple efecto del derrame de las riquezas que una economía liberada de las presiones de un Estado "deficitario" podría lograr. (lo lamento pero no funcionó así, ni nunca funcionó). Las manos invisibles siempre embolsillan para el mismo lado, para el lado de la concentración: esta en la lógica Das Capital.
Volver a montar un estado de derechos implica que se vuelvan a imponer valores de solidaridad y justicia.
Sin dudas medidas como la restitución de los Fondos de previsión social (ANSSES) y otras tan resistidas contribuyen a construir el camino.


Es patético escuchar los argumentos de esta resistencia neoliberal que va del balbuceo de la palabra caja (con K) o clientelismo u otras que esa esloganista profesional, la Carrió (como antes Neustadt) y otros logran instarurar como dogmas de FE en ciertos sectores medios, con el concurso de los multimedios para oponerse ideologicamente al cambio de rumbo.
Pero más patético que escuchar sus pobres argumentos economicistas son sus encendidas e hipócritas preocupaciones por "la Cultura", que ahora resulta se ve amenazada porque el futbol le quita el lugar en la grilla de la TV pública.


Como dice Miguel Auzoberria en su comentario a la entrada anterior: "Hoy se preocupan por el destino de "los siete locos", "el refugio de la cultura", "filmoteca", "historia presente", "la vida es arte",las series de documentales históricas, etc... excelentes programas que no tendrían cabida en la televisión privada, plagada de bailes, realitys, chismerio, y demás cuestiones de mal gusto.
Nunca antes un programa de canal 7 mereció una sola linea, pero ahora resulta que como el fútbol gratis altero la programación es un dato mas de lo "poco que le interesa la cultura a este gobierno"
Estos que se rasgan las vestiduras son los mismos que durante el menemato, no decían ni mu, sobre sofovich cortando manzana en la televisión estatal..."

 
Tal vez,  "los siete locos", "el refugio de la cultura", "filmoteca", "historia presente", "la vida es arte", las series de documentales históricas, Capussotto y otros deban agradecerles a la televisación del futbol por el 7, que los haya puesto en las preocupaciones de esta gente linda que habitualmente transita los estudios de Tinelli y más que eso que haya posibilitado que televidentes futboleros se estacionen un rato más a apreciar los programas del canal estatal.


Que quede a cuenta de beneficio la migración de televidentes y aunque no fuera así: el punto es que ahora podemos decidir ver o no ver fútbol Todos. ¿Y qué?





Hernán Cazzaniga




3 comentarios:

  1. 20 años de hegemonía neoliberal que, entre nosotros, dejaron marcas muy profundas tanto en la superficie del tejido social como en lo más íntimo de las conciencias. Por eso resulta todavía más relevante lo que viene sucediendo desde hace unos años en Sudamérica, quizá la única región del planeta en la que se ha cuestionado con firmeza el dominio imperial. Un cuestionamiento que tiene sus particularidades y sus diversidades porque no es lo mismo lo que ocurre en la Bolivia de Evo Morales que en el Brasil de Lula, en la Argentina de los Kirchner que en la Venezuela de Chávez, para nombrar apenas cuatro de los países en los que se han abierto procesos más que significativos. Lo más arduo sigue siendo batallar en el campo cultural, en ese territorio duramente hegemonizado por la corporación mediática que se ha constituido en el eje alrededor del cual ha girado y lo sigue haciendo el discurso de las derechas contemporáneas. Y sin embargo se han abierto procesos riquísimos en los que la disputa por el sentido ha logrado recuperar perspectivas que parecían haber sido arrojadas al vertedero de la historia por la avalancha neoliberal.

    Entre nosotros los puntos de inflexión, aquellos que han horadado la lógica dominante, han atacado algunas cuestiones fundamentales de esas que permiten disputar el sentido común rescatando, al mismo tiempo, tradiciones democráticas y populares que habían padecido el abrumador ejercicio de la rapiña ideológica y del desgaste magnificado por el derrumbe, junto a la bancarrota inaugurada por la caída del Muro de Berlín, de las experiencias transformadoras de raíz socialista.

    No se trata, eso es obvio, de una recuperación melancólica de esas tradiciones sino de la reinvención, en nuestras actuales circunstancias, de las prácticas y de las ideas que renueven las perspectivas emancipatorias. En este sentido es posible enlazar, como partes de un mismo giro, las tres medidas más relevantes tomadas por el gobierno de Cristina Fernández: primero, la recuperación del sistema estatal de jubilación con todo lo que significa en términos de una durísima disputa por el sentido común y contra la naturalización de prácticas articuladas desde la lógica del egoísmo propias del capitalismo financiero especulativo; segundo, la sanción de la ley de medios audiovisuales que abre la posibilidad de quebrar la monopolización de los lenguajes comunicacionales para amplificar democráticamente la participación de otros actores capaces de ofrecer otras miradas de la realidad; y tercero, la decisión de ampliar las asignaciones por hijo a los sectores más vulnerables de la sociedad atacando de lleno a la pobreza. Tres decisiones que apuntalan la búsqueda de otro modelo y que, por sobre todas las cosas, le devuelven a la democracia una intensidad y una potencialidad que se habían extraviado en las últimas décadas de la mano del predominio casi absoluto de las lógicas privatizadoras y mercantiles.

    La mirada retrospectiva, esa que gira hacia el pasado y en este caso se detiene en los acontecimientos de hace 20 años, no desea repetir lo ya sucedido ni busca reiterarse en experiencias que han fracasado; su papel es interpelar críticamente al presente para impedir que las formas más salvajes de la injusticia y la desigualdad continúen su marcha triunfante. Lo que parecía clausurado de una vez y para siempre, aquellas ideas que parecían hacer mutis por el foro cargando toda la responsabilidad de una experiencia frustrada y frustrante, encuentran hoy, en las inesperadas circunstancias argentinas y latinoamericanas, una inédita oportunidad para recrear nuevas formas de participación popular amplificando la idea misma de democracia salvándola de su mera conversión, como en los años del neoliberalismo, en cáscara vacía al servicio de la concentración de la riqueza y del poder en cada vez menos manos.
    Ricardo Forster
    Nota completa leela en el argentino.om

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  2. mateo

    todo lo que haga el estado lo pagamos entre todos...


    hago una cuenta facil ( divido )

    600 millones de pesos / 40 millones de personas

    ( simplifico los millones ) -> 600 pesos / 40 personas
    ( simplifico ceros ) -> 60 pesos / 4 personas
    ( por ultimo ) -> el futbol le sale a cada argentino 15 pesos por año

    que loco! con eso no se paga ni una popular

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  3. 3157894,74 cuesta la televisación de cada partido, con las publicidades estaticas y demas se descuenta a casi 2 millones de pesos por partido.
    Ahora las propagandas oficiales que el gobierno invertia millones no cuestan nada ya que en cada partido cada 5 minutos pasan una publicidad oficial, entonces ¿cuanto cuesta cada partido?
    No creo que sea la mejor forma de demostrar que la televisación del futbol economicamente hablando no cuesta nada...
    Y tampoco creo que sea la raiz del problema de la actualidad que estamos viviendo en nuestro país.
    El manejo de los medios en este país casi te asegura un triunfo en unas elecciones o ustedes creen que el Pro hubiera ganado en Bs As sin el manejo de los medios?
    La television, herramienta tan importante en la actualidad llena de basura, donde existe gente forrada en guita y con 0 valores que hablan de politica para mantener sus negocios. yo creo que de esta forma no llegaremos a ningun lado, hay que cambiar la forma de hacer politica basta de punteros, de gente viviendo a costa del estado.
    Tenemos que cambiar todos como personas basta de una economía lineal cuasi perfecta (para los economistas) Extracción, a producción, distribución, consumo y descarte esto es la economia de materiales, lo que la economía no nos dice es que entre cada una de estas faces existen miles de alteraciones, y si seguimos asi, vamos camino a un Mundo que seguro nadie quiere, ellos te hacen pensar que por tener mas bienes mas vales, y sin duda esto no es asi. Tenemos que cambiar entre todos, algunos piensan que es imposible e irreal pero hay gente alrededor del mundo que esta cambiando y que los anticuados y errados son ellos no puede ser que de las 100 economias mas grandes 51 sean corporaciones.
    Bueno entre la impotencia y desesperación ya no se ni lo que escribo jaja, si entienden algo y de algo les sirve agradecido estoy :), Un abraso mundo redondo

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